viernes, 9 de enero de 2009

Producción fecal: las estadísticas de una contribución democrática

Hablemos estadísticamente.
Basta de joda. Que el 2009 nos encuentre científicos o garcados.
Si las revistas del verano promocionan culos, hablemos del producto bruto.

Una persona sana caga por año un promedio de 576 veces.
O sea que quinquenalmente lo hace unas 2880 veces.
Cuando una persona alcanza la respetable edad de 60 años, habrá cagado unas 34.568 veces.


Ahora veamos una familia promedio: matrimonio con dos hijos.
Padre de 60 años, madre de 56 años. Hijo mayor de 34 años, hija del medio de 28 años e hija menor de 24 años.
Viviendo en la misma casa, esta familia produce un promedio de 14.476 cagadas cada cinco años. Si sumamos las del pichicho, las cagadas ascienden a 16.854 cagadas.
Un edificio de departamentos. 14 hogares. Un promedio de 49 habitantes.
Interesante producción. Los números dicen: 28.346 cagadas anuales. 42.389 cagadas cada quince años.
En una manzana de zona residencial, habitan aproximadamente 483 personas. Lo que nos da un promedio de 2.782.086 cagadas cada diez años.
Proyectando el número (y teniendo en cuenta los espacios públicos y baldíos) a unas cuarenta manzanas barriales, la cifra anual de cagadas llega a 1.228.357 cagadas, lo que asciende a 55.641.600 cagadas quinquenales.


Las cagadas son una producción absolutamente democrática. Hay ciudadanos que no leen, no cogen y no pagan sus impuestos, pero todos cagan. La producción de cagadas no se detiene nunca. Tiene, como todo, alzas y bajas, pero jamás cierra sus puertas.
Esto incluye a todos los sectores socioeconómico y a las anoréxicas.



Argentina tiene unos 46 millones de habitantes, con un promedio de producción de 26.496.000.000 cagadas anuales. Una producción distribuida en ríos, mares, pozos ciegos y cacerolas. Sí: cacerolas.
Próximamente les prometo los promedios de producción fecal federal, con los índices provinciales y de producción fecal regional, con los últimos datos del Mercosur y un estudio comparativo con la gran producción de la Comunidad Económica Europea, viejos entendidos en materia de producción soretera.